viernes, 17 de febrero de 2012

Piel con Piel enfrentando la vida

El momento del nacimiento es el fín de una etapa de tranquilidad y comodidad en el lecho materno y el principio del día a día como personitas en este mundo acelerado y estresante para cualquiera independientemente de su edad.

El Recién Nacido pasa de la oscuridad, el confort y la calma a un mundo de luces, frío y desconcierto en ese momento se hace más que necesario el contacto piel con piel.

Si dejamos a cualquier recien nacido desnudo sobre el pecho de su madre éste será capaz de reptar reconocer el pecho y succionar correctamente si prolongamos este procesos durante los primeros 50 minutos de vida. Esto traerá consigo ventajas tanto para la madre como para el recién llegado.

Para él se disminuirá el llanto, se estabilizarán los niveles de glucosa en sangre y la frecuencia cardiorrespiratoria. Para la madre disminuirá la ansiedad, el dolor en los pechos y las hemorragias postpartos.

Y para ambos será la activación de la lactancia, favorecerá el vínculo y no habrá mejor manera que afrontar esta vida a la que saluda el bebé por primera vez y a la que la madre mirará con otros ojos que juntos desde el primer minuto.

Porque no existe un momento más mágico que el de llevar a nuestros hijos pegaditos a nosotros y calmarlos con los compases de los latidos de nuestro corazón

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