En los días sucesivos surgió el debate ya que en diferentes medios de comunicación y páginas de internet se discutía si la elección de esta persona para llevar a cabo este cometido era la adecuada. Las voces se dividían entre las que criticaban la decisión debida a la cortísima edad de su bebé y las que la elevaban poco más a la categoría de heroína y símbolo de la conciliación de la vida laboral y familiar.
En mi modesta opinión me parece que es una decisión totalmente erronea por dos motivos :
• Desde el punto de vista afectivo los primeros días y hasta el primer año de vida el niño depende básicamente de su madre no sólo por la alimentación, de todos es sabido los beneficios de la leche materna tanto para el bebé como para la madre, sino porque es la étapa esencial dónde se fortalece el vínculo materno-filial que ya empezara a iniciarse en el vientre materno. La presencia de la madre aporta seguridad, afecto, cariño aparte de favorecer la relación del bebé con el mundo que le rodea ya que encuentra en la madre la referencia para manejar las situaciones nuevas que se le presentan.
Después de pasar tanto tiempo dentro de ella en un lugar oscuro, tranquilo se enfrenta a la frialdad de la cuna, al ruido de la calle y es más fácil afrontarlo de la mano de mamá.
Por otra parte este sentimiento se ve transformado en angustía por la separación el niño separado de manera temprana de la madre ya sea por corto o largo plazo experimenta situaciones de estres y lloran con más facilidad que niños atendidos por sus madres en los primeros meses de vida.
• Desde el punto de vista social tampoco creo que sea una elección acertada ya que durante mucho tiempo las mujeres hemos luchado para que se nos reconozcan nuestros derechos laborales para poder equipararnos a los hombres y de igual manera lo hemos hecho para adecuar nuestra vida laboral al cuidado de la familia y la atención de nuestros hijos. Con gran esfuerzo hemos conseguido un periodo de baja laboral de 16 semanas (inferior a otros países europeos) y en algunos casos reducción de jornada o periodos por lactancia. En estos tiempos que corren de crisis y desconcierto social y político la productividad adquiere un papel importantisimo y se corre el riesgo de que la patronal puede tomar ejemplo de la decisión de esta señora y pensar que si ella solo ha necesitado 10 días para incorporarse a su vida laboral las demás también y se pueden tambalear estos derechos que tanto esfuerzo nos costó conseguir. Además dadas las circunstancias muchísmas personas estaría dispuestas a cubrir el lugar de una madre que no se puede incorporar al mundo laboral para ocuparse de sus hijos.
La Sra. Saez de Santamaría a mi entender ha cometido un error al anteponer su vida laboral al cuidado de su hijo si tan importante era para ella hacerse cargo de esta labor que le ha encomendado el ejecutivo podía seguir el ejemplo de Licia Ronzulli la eurodiputada italiana que se llevó a su bebé a la camara envuelto en un fular
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